Mi amiga Amalia, la cocinitas, trajo el otro día a una excursión estas coquitas de espinacas que a ella le salieron buenísimas, con ese toque fresco que le daba la fresa, mmmmm!
Vale,a nosotros no nos salieron muy buenas, pero creo que vale la pena intentar hacerlas en casa otra vez, porque si están bien hechas son geniales. Creo que nos falló el horno y un exceso de espinacas y de pimienta en algunos casos,¡a estos niños les va lo picante!
Ingredientes
Para la masa:
1 vasito agua
3/4 vasito aceite oliva
sal, pimienta,
harina integral,la que coja
Para el relleno:
cebolla
espinacas
aceite
queso de cabra o queso de burgos ( el que más os guste)
un trocito fresa
Preparación
Precalentar el horno abajo muy fuerte a 220ºC
En un bol poner el agua, el aceite , la sal y la pimienta. Mezclar bien con la mano.
Ir añadiendo la harina y mezclando con la mano. Echar harina hasta que tenga una consistencia suave pero que no se pegue a los dedos.
Hacer bolitas tamaño pelota pingpong y aplanar con rodillo muy finitas sobre papel cocina.
Poner sobre la bandeja del horno.
Colocar la bandeja en la parte baja del horno.
Meter al horno hasta que estén doraditos los bordes
Mientras cortar la cebolla muy fina y pocharla con el aceite a fuego lento hasta que esté caramelizada.
Hervir las espincas y escurrirlas bien.Salpimentar.
Cuando la pasta esté hecha sacarla del horno. Poner encima una capa de cebolla, una capa de espinacas y encima una rodajita de queso y adornar con un trozo de fresa.
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